sábado, 6 de agosto de 2011

Ferdinand De Lesseps y los canales - IV

Cuarta entrega

Por: Alberto Méndez Pereira

Publicado en la Revista Lotería Nº 289, de abril de 1980


DE LESSEPS VIAJA A PANAMA

Una vez constituida la Compañía Universal del Canal Interoceánico, y allegados los primeros recursos financieros, se dispuso Ferdinand de Lesseps a venir a Panamá, conforme él había anunciado. Partió de Saint Nazaire, en el navío Lafayette, en los primeros días de Diciembre de 1879 acompañado de su señora y algunos de sus hijos. Como técnicos vinieron con él los ingenieros Bonaparte Wyse, Jacobo Dirks, Abel Couvreux, Gastón Blanchet, Henri Bionne y otros funcionanos.

De Lesseps y su comitiva llegaron a Colón (Bahía de Limón) el 30 del mismo mes y fueron recibidos con inusitadas muestras de entusiasmo, tanto por el mundo oficial como popular. Quedaron maravillados, durante el trayecto de Colón a Panamá, del paisaje que, desde el tren, se ofrecía a su vista por primera vez. De Lesseps exclamaba, a cada paso: "El Canal se hará".

El recibimiento en la ciudad de Panamá fue triunfal. El pueblo henchido de alegría, curiosidad y entusiasmo, se agolpó en las calles al paso del "Gran Francés". Se le ofreció, con gran pompa, un sinnúmero de agasajos: banquetes, recepciones y otros festejos. Hubo hasta corrida de toros, como expresión de regocijo popular. El acto simbólico que, hace un siglo justo, efectuarían De Lesseps y su comitiva, consistente en dar el primer golpe de pica en las orillas de la entrada del Río Grande (La Boca) que sería la entrada del Canal del lado pacífico, no resultó como se tenía planeado. La causa se debió a la baja marea que impidió a la lancha "Taboguila", en que viajaba la comitiva, acercarse al sitio elegido para esos fines. En vista de la circunstancia, De Lesseps, sin arredrarse ante tal contratiempo, en un chispazo de su imaginación, se apresuró a manifestar, en tono solemne, ante los allí presentes, que donde quiera que se diese ese primer golpe de pica ("Le premier coup de pioche") sería solamente simbólico y que, por lo tanto, no había razón ninguna -agregó- para que no se hiciera la ceremonia en donde se hallaban en ese momento: en la lancha. Seguidamente, su hija Fernanda agitó una "reluciente pica", traída especialmente de Francia, dentro de una caja llena de arena. Le siguieron en la "simbólica operación" todos los miembros de la Comisión de Técnicos que acompañaba a de Lesseps, como "señal de alianza de todos los pueblos que contribuyen a la unión de los dos océanos para bien de la humanidad". El Obispo José Telésforo Paúl bendijo la ceremonia. (McCullough). La ceremonia se efectuó en los albores de 1880.

Se justificaba -comento yo el original gesto de Lesseps con el que hizo frente a aquella contrariedad, ya que los encargados de la "Taboguila" no calcularon las horas de las marcas ese día y porque, como bien dijo de Lesseps, ese acto, donde se hiciera, sería solamente simbólico - ¿No son -pregunto yo- solamente simbólicas donde quiera que se hagan, todas las ceremonias de colocar la "primera piedra", dar la "primera palada" y el "primer golpe de pica"?- ¿No son esos actos únicamente expresión, más o menos solemne, de un deseo, de un propósito que, muchas veces, en muchas partes del mundo, no se realizan? - ¿No se han quedado, en efecto, muchas primeras piedras, muchas primeras paladas solamente en eso: en simples primeras piedras y primeras paladas? - Ahora bien, en cuanto al Canal de Panamá es sabido de todos que éste comenzó a ser construido en el sitio escogido: La Boca del Río Grande.

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